Cultura no es un mate…
El valor de lo que se puso en valor
Entre tanta casa y tanta cosa que revuela y resurge en estas últimas semanas, tuve el tiempo (hace tiempo que no decía «tuve tiempo») de ponerme a escuchar música. Solo eso. Escuchar música, sin estar haciendo miles de cosas a la vez. Detenerme y escuchar. Y ahí, me resurge en el cancionero una retirada hermosa de la mojigata que me hace un guiño diciendo «cultura no es un mate, es tu cabeza«. Tan sencillo y potente como eso, nuestras formas de ver el mundo y hacia donde lo encaramos son la forma en la que nos construimos, hacia dónde vamos… ¿hacia dónde vamos? (esto lo dejo por acá para retomarlo al final)
Pareciera ser que en estas últimas semanas se potenció el valor de lo que culturalmente siempre se dejó en segundo plano… la cultura. Específicamente algunos rasgos de ella (ya que el concepto de cultura es más amplio y tendríamos que escribir otras líneas para eso) como lo son el tiempo libre y el arte.
Habitualmente las actividades vinculadas al arte y al tiempo libre no son tomadas con «la seriedad que la madurez nos indica» (léase con voz seria y madura), es más, las incluimos a nuestra rutina si el tiempo «nos sobra» o tenemos un «rato libre«. Entonces, estos momentos de culturas de pandemias son al menos propicios para poder poner nuevamente sobre la agenda de discusión el rol, el valor y lo necesario de poner en juego la idea de que la cultura constituye una dimensión fundamental del proceso de desarrollo y contribuye a fortalecer la identidad.
Recitales, museos virtuales, juegos de todo tipo, lecturas, cine; son las herramientas que invitan a estar activos mientras quienes pueden «se quedan en casa«.
El valor del juego como herramienta para entretener y «entre-tenernos«, sostenernos mutuamente mientras nuestras emociones de un encierro obligado (lejos de algunas rutinas afectivas) fluctúan día a día. El valor del juego para trabajar emociones, afectos y hasta cuestiones vinculadas a la propia pandemia, nos refuerzan la importancia de lo lúdico en el abordaje pedagógico.
A su vez, y como mencionaba recién, nos hemos cargado de visitas a museos desde casa, a ver conciertos y mirar cine de todo tipo. Nos hemos dedicado a conectarnos con nosotros y con los más cercanos por un rato, y hemos podido ponernos en lugares que vaya a saber si antes nos habíamos puesto (vaya que si tiene valor el arte que con una historia bien contada, nos pone en la vida de «un alguien» desconocido y nos hace vivir sus dramas, problemas y pasiones por un rato. Entendiendo «desde el lugar del otro«, diversas realidades que capaz no nos tocan vivir).
Entonces, reconstruir discusiones y ponerlas en boca de tantas y tantos es importante. Pensar (post pandemia) en la importancia «de», y plantearnos lo necesario de profundizar y promover acciones que redimensionen y potencien el ámbito local como espacio de desarrollo cultural. Promover propuestas que habiliten al ejercicio del derecho al juego, al ocio, al esparcimiento, al arte, a la recreación, y por ende permitan ser y tomar parte de diversas manifestaciones culturales ligadas a la identidad y el desarrollo local. Reconocer al arte como medio de comunicación social generador de conciencia, para el despegue social transformador e integral. Promover la creatividad y darle la importancia que le dimos en estas semanas cuando nos «vimos en apuros«. Porque de no ser así, solamente será una señal más de dar utilidad solo cuando no se puede «hacer lo que hay que hacer«.
Por esto, redimensionar la discusión de nuestra cultura, de nuestras formas de vivir. Una cultura que no reproduzca modelos desiguales y que sea una herramienta hacia la libertad. Donde la sensibilidad, el juego, el afecto, el arte y la solidaridad (vaya si también nuestra cultura solidaria nos dió un ejemplo de organización colectiva en estos días) sean los pilares de la construcción de un día a día «post pandemia» donde nos encontremos para seguir profundizando en eso de que la «cultura no es un mate, es tu cabeza«.
Post pandemia el mundo no será igual al menos en los primeros días.
El rol de la Cultura y sus sub mundillos ha sido fundamental para estás semanas donde al menos un gran porcentaje de las personas demuestran ser más solidarios y humanos (léase esto con voz seria y madura).
Los que participamos en forma directa tendremos que ser los primeros en reivindicar cuál importante somos y cuan aporte brindamos a la formación de todas las cabezas aunque algunas parezcan un mate.
Muy bueno, muchas gracias!
,Si, realmente todo ésto nos a hecho cambiar un poco. Valorar cosas que antes nos eran imperceptibles, ahora las vemos y apreciamos. Hemos volado con nuestra imaginación, pensamiento y creatividad. Hemos descubierto cosas dentro de nuestro ser que no sabíamos que existían………
Gracias Rodrigo, muy productivo -o si preferis estimulante- tu reflexión. No sé qué qué va a pasar y si la «gente» no va a preferir algo más concreto y dolarizable que lo que propones. Pero me alegro que haya gente como vos que pienso y nos haga pensar, abrazo, hugo.
y totalmente de acuerdo: la cultura no es un mate, son muchos trabajando juntos.