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Los días 3, 4 y 5 de noviembre se desarrolló el Congreso Argentino de Gestión Cultural 2022 en la Universidad Nacional de Avellaneda (UNDAV), Buenos Aires, Argentina. Organizado por la Red Argentina de Gestión Cultural el evento logró reunir a diferentes colegas de diversos puntos de nuestro país, quienes supieron compartir  un tiempo y un espacio formal de encuentro y de diálogo. El intercambio de visiones, la compartida de experiencias, la construcción colectiva de ideas así como las discusiones en torno a los conceptos que sustentan nuestras prácticas se pusieron en juego para confrontar y debatir cómo seguir consolidando nuestra profesión tanto en la academia como en los territorios. 

La informalidad de los afiches y los fibrones; de las sillas en rondas y el encuentro en los pasillos; de las risas y los abrazos; de las miradas cómplices y los cuerpos en movimiento fueron las características centrales de este Congreso. El viento cálido de noviembre permitió encontrar la simpleza en las cosas difíciles, soplar suavemente entre las diferentes opiniones y apilar las fotos que se tomaron desde los nueve Grupos de Conversación que funcionaron durante los tres días del evento. 

Los Grupos de Conversación (GC) fueron pensados e ideados colectivamente con la premisa clave de transversalizar a la Gestión Cultural desde un enfoque federal y feminista. Para ello, se convocó a estudiantes y a profesionales de la gestión cultural (entendiendo como profesional a toda persona que ejerza la disciplina) a presentar experiencias -en formatos escritos, audiovisuales y/o Podcast- vinculadas con la profesionalización de la gestión cultural en: las artes; las industrias culturales; la cultura comunitaria; las políticas culturales; la mediación cultural y públicos; del patrimonio; de las instituciones culturales; como también en la investigación y en las problemáticas urbanas. 

Cada uno de estos espacios estuvo coordinado por  referentes nacionales de cada área temática y de otrxs colegas que propusieron temas relacionados a las nueve temáticas propuestas además de contar con la colaboración de estudiantes seleccionados por la UNDAV. Casi 50 coordinadorxs de diferentes lugares del país y 9 estudiantes de la casa de estudio sede del evento se estuvieron reuniendo durante 4 meses para darle forma y sentido a la futura conversa.

Por tanto,  los diálogos en cada grupo comenzaron antes del solcito de noviembre: se seleccionaron las más de 150 propuestas que se recibieron en el llamado general, las cuales fueron organizadas y subidas a la página del evento 10 días antes para que pudieran ser leídas, vistas y/o escuchadas por quienes asistieron al Congreso; desde las experiencias seleccionadas, se reconfiguraron ejes en común y debates a incentivar como también se identificaron las dificultades y posibilidades de la propia Gestión Cultural. Todo esto, más las experiencias de quienes se inscribieron al Congreso y participaron de los GC sin propuestas previas generaron saberes colectivos y categorías críticas que fueron narradas en relatorías y plasmadas en diferentes afiches que se expusieron durante el encuentro.

Los GC implicaron compromiso(s); responsabilidad(es); creatividad(es); cuidado(s) y sobre todo mucho cuerpo de quienes ahí estuvieron. Implicaron también sostener y replicar las prácticas feministas de organizar(nos) en espacios amorosos y cuidados para lograr diálogos horizontales desde personas distintas y diversas que hace(mos) cultura en todo el territorio federal.

Por tanto, la tarea compartida durante estos meses nos permite afirmar que romper con las estructuras tradicionales del sistema académico para este tipo de encuentros permite relevar la experiencia situada; la flexibilidad de enfoques; la democratización y circulación de la palabra; la amorosidad y sororidad entre colegas como hilos fundantes de un entretejido rebelde, disruptivo y disidente. Toda esta sinergia que potenciaron los Grupos de Conversación nos encuentra pensando metodologías que caracterizan nuestra profesión en el campo académico. Por tanto, noviembre quedará en nuestros recuerdos como el mes cálido de gestiones potentes y formas de hacer cultura(s) en y desde una red colega que imagina, sostiene y abraza. 

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