Kunumí Infancias
Para los niños y niñas trabajamos…
Kunumí deriva de la palabra kunu ́u,
que en lengua guaraní significa “ternurita”.
Razón de ser
Las artes que se brindan en la infancia no pasan sin dejar huella. Sus aportes son invalorables porque de una forma inmediata conectan a los niños y niñas con narrativas que les abren las puertas de la sensibilidad estética, el pensamiento, el espíritu crítico, la capacidad de emocionarse y construir diferentes visiones de la vida y del mundo. Conscientes de estos aportes y comprometidos con el hacer en esta etapa fundacional, nos reunimos Gricelda Rinaldi —actriz, narradora, gestora cultural y docente—, Nora Lía Sormani —crítica, periodista e investigadora— y Rodrigo Ures —dramaturgo, director, docente y productor—. Tres especialistas y profesionales del teatro, la literatura y la gestión cultural, cada uno con su bagaje de saberes y experiencias, para llevar adelante proyectos dedicados a la cultura infantil en un sentido amplio.
Nacimiento
En diciembre del 2020 Kunumí se presenta en sociedad. Estábamos en plena pandemia, motivo por el cual fue un lanzamiento en formato remoto. 1600 personas de diferentes países asistieron por streaming a las conferencias inaugurales de dos grandes y queridos referentes de las infancias: María de los Ángeles “Chiqui” González, exministra de Cultura de la provincia de Santa Fe, abogada, especialista en infancias, gestora cultural, directora de teatro, y Evelio Cabrejo Parra, colombiano residente en Francia, lingüista, filólogo, especialista en lectura y educación en la primera infancia. A su vez, la escritora Graciela Bialet, argentina residente en Córdoba, fue la encargada de entrevistar a los invitados. Un nacimiento con padrinos y madrinas que acompañaron este gran desafío y nuestra alegría de ser con palabras que enviaron a través de videos breves: Michelle Petit, Laura Devetach, Adela Bach, Carlos Gianni, Silvina Reinaudi, Graciela Montes, Pablo Bernasconi, Yolanda Reyes, Roger Mello, María Teresa Andruetto, Isol y muchos más abrazaron a Kunumí en el alumbramiento de un nuevo hogar para cobijar distintas acciones en favor de las artes para las infancias. Nuestro objetivo principal (y no único) fue crear un espacio para el intercambio, la producción y la difusión de las artes escénicas para las infancias, en especial aquellas dirigidas a las primeras infancias.
Nuestros festivales de teatro
En el 2022 y en el afán de difundir las diferentes manifestaciones de las artes escénicas dedicadas a las infancias que fueran de alta calidad artística, propusimos un primer festival iberoamericano. Nuestro objetivo era descubrir y visibilizar espectáculos con diferentes lenguajes escénicos de alta calidad y así divulgar las posibilidades de representación que ofrecen las formas artísticas y contribuir al afianzamiento de las artes escénicas como proyecto y como potente vehículo de expresión, comunicación y socialización. Decidimos entonces que este acontecimiento estaría específicamente pensado para las artes escénicas en las primeras infancias. Un festival que fuera inédito en la región y en el país, en el que se pusieran en valor la trilogía artes escénicas + infancias + cultura. Un festival, que a su vez, incluyera diversas disciplinas: teatro, narración oral escénica, música, circo, danza, clown, instalaciones, centradas en esta etapa tan primordial y plena de los primeros años de los seres humanos.
El bautismo
Así nació nuestro I Festival Iberoamericano de Artes Escénicas para las Primeras Infancias Kunumí. Desde la idea de que este proyecto recién nacido pudiera itinerar por diferentes lugares del país, elegimos como punto de partida a Misiones, como forma de federalizar el evento y fortalecer los lazos culturales de la región Litoral con sus países lindantes Brasil, Paraguay y Uruguay. A su vez, nos propusimos visibilizar los colectivos artísticos latinoamericanos, hermanados en torno a este universo fundamental para el desarrollo integral de niños y niñas. La ciudad de Posadas fue el corazón del festival, que duró cuatro días y contó con el apoyo de Iberescena y de la Fundación Prosperita. Uno de los elencos que participaron en la primera edición fue Coqui Dutto y Compañía de Córdoba, artistas hacedoras de teatro sensorial para bebés con su obra Susurros del agua, un espectáculo realizado íntegramente en una pileta de natación que fusiona música y arte visual. Otras obras a las que asistimos fueron, de modo remoto y desde España, Sonidos que cuentan, del grupo Veleta Roja; Huevito de ida y vuelta, de la Compañía Asomados y Escondidos de la ciudad de Buenos Aires (cuyos integrantes además fueron homenajeados por sus cuarenta años de existencia); desde General Roca ¿Estás ahí?, del grupo Teatro al Vacío (México y Argentina); Mamulequeques, por el grupo La Lupe, teatro de objetos proveniente de la ciudad de Buenos Aires; desde Uruguay El barrilete del organito, de la artista Karina Hermida. El cierre del festival estuvo a cargo de dos grupos locales: el grupo Ton y Son con la obra de cuentos Una oreja muy pero muy verde y el grupo Giranda con la propuesta musical para toda la familia SubiBaja, un viaje en canciones.
Este primer gran encuentro culminó con un homenaje a Graciela Montes, donde compartimos con los espectadores y docentes la lectura de textos inéditos de ella que luego serían parte del primer libro de Kunumí. El número de asistentes fue 2350. Un número que nos parece muy valioso y que a su vez instaló en la agenda y por primera vez un acontecimiento teatral de alta calidad dedicado a las primeras infancias. Asimismo se programaron talleres de formación en artes escénicas para primeras infancias y actividades propuestas por la Escuela de Espectadores Línea Infancias.
Se hace camino al andar
En el 2023 realizamos el II Festival de Artes Escénicas para las Primeras Infancias Kunumí en la ciudad de Posadas con itinerancia en Puerto Rico y Candelaria, provincia de Misiones. Este encuentro confirmó el alto nivel de convocatoria para una propuesta que apenas tenía una edición.
Volvimos a iniciar para este nuevo festival una curaduría que nuevamente buscara obras dedicadas a niñas y niños con un alto nivel artístico y un gran compromiso. En horarios simultáneos y en diferentes sedes se presentaron las obras: Iris, instalación poética para bebés, de la Compañía Flotante; Chocolate por la noticia y ¡Pequeño dragón, a volar!, de la compañía de títeres El Yeite; Canciones con abrazos, arte musical para primeras infancias, de Laura Migliorisi; y Cosas de payasas, teatro de clown musical interpretado por el Grupo Ton y Son. A la organización, gestión y curaduría de Kunumí Infancias se sumaron los aportes de la Fundación Prosperita, el Grupo Ton y Son, con los apoyos del Parque del Conocimiento, el Ministerio de Cultura de la provincia de Misiones, la Escuela de Espectadores de Buenos Aires y el Instituto Nacional del Teatro. En esta edición los espectadores fueron niñas y niños de nivel inicial y maternal, acompañados por adultos en una experiencia inolvidable.
La segunda edición de Kunumí, tuvo aproximadamente 3500 espectadores entre niños, niñas y adultos, y a su vez una enorme red de apoyo desde organismos del Estado, mucho mayor que la primera edición, con lo cual corroboramos la importancia de nuestro hacer y la posibilidad de afianzar y abrir nuevos recorridos.
Ese mismo año, durante el mes de febrero, realizamos el I Ciclo de Escuela de Espectadores Línea Infancias, con el apoyo del Instituto Nacional del Teatro. Este evento duró tres días y tuvo como invitados a Eva Andújar y Eugenia Manzanera con propuestas de clown y narración desde España, a Laura Ferreyra de Paraguay con narraciones, a Sebastián Ibarra de Chaco con su propuesta musical El Capitán Teuco, a Asomados y Escondidos de Buenos Aires con la propuesta de títeres Pequeño Dragón, y al grupo local Dimes y Diretes con la obra de teatro Los ordenadores. Este ciclo fue el lanzamiento de nuestra Escuela de Espectadores Línea Infancias. Al finalizar las funciones se propiciaron espacios de diálogo entre el público (niños y niñas) y los artistas.
Conceptualizar nuestro hacer en un universo en construcción
Lo cierto es que haber hecho tangible lo que alguna vez fueron ideas nos alentó a seguir conceptualizando el marco desde el cual nos paramos para pensar y repensar cada una de nuestras acciones. Nos llevó a pensar en cómo seguir profundizando nuestra tarea en un universo en el que, si bien hay mucho hecho, todavía queda mucho por hacer, sobre aquello que, reiteramos, consideramos fundacional.
La idea es que el arte, como juego, constituye la ruptura habitual de lo sabido, la suspensión de lo ordinario. Toda percepción estética deja huella en las niñas y niños justamente porque los coloca en el espacio de lo extra-ordinario. El hecho de que el arte sea un lugar de experiencia, significa que ellos aprenden algo más acerca de ellos mismos y del mundo, además de conmoverse y gozar. Nadie vuelve del encuentro con el arte sin alguna ganancia emocional, estética, subjetiva o cognoscitiva (o todas juntas). Las artes escénicas constituyen una de las experiencias más enriquecedoras de las cuales niños y niñas puedan participar, pues los sumerge en imaginarios y visiones narrativas que confrontan e invitan a la contemplación de acciones que se salen de la cotidianidad del diario vivir. No solo lo hacen a través de la dramaturgia actoral, sino que se apoyan en un andamiaje escénico que construye un universo simbólico perceptivo donde el que expecta es provocado a expandir sus sentidos, a percibir colores, formas, texturas y sonidos que constantemente mutan y dan lugar a nuevos ambientes o escenas que propician el desarrollo de una obra. La primera infancia tiene sus especificidades, es decir, modos de ver, de pensar, de sentir y de comunicar propios. Poner en evidencia las voces de los niños y niñas, principalmente en la primera etapa de la vida, es considerar la comunicación más allá del verbo, dando espacio y derecho a sus lenguajes.
Partiendo de lo expuesto es evidente que el teatro para las primeras infancias requiere de otros sistemas de creación que estén anclados a los estados de desarrollo de los niños y niñas. Pensando en esas particularidades y en la relevancia de ese tipo de teatro, consideramos fundamental que las producciones en torno a ese universo deben ser cada vez más cuidadas, valoradas y profesionalizadas. Nos ocupa y preocupa la necesidad de generar escenarios de encuentros respetuosos cuya esencia sea la creación de mundos posibles que se potencien desde la imaginación para sostener la ilusión y la permanencia de estos universos en la memoria de la niñez. Una obra para la primera infancia es fundamentalmente un universo pensado y creado para los niños y niñas de cero a seis años, donde es necesario poner a disposición todos los elementos en un alto nivel de calidad. No se ajusta a temas específicos ni a atmósferas absolutamente estériles, al contrario, puede contemplar casi cualquier tema, teniendo presente la manera como este se habilita al alcance de la primera infancia. Su desarrollo y construcción dramatúrgica debe contemplar los tiempos y ritmos de estas edades, pues hemos de tener presente que los mismos se van modificando en el transcurrir vital de los primeros años.
Es pertinente destacar no solamente nuestra puesta en valor de estos marcos conceptuales en los que creemos profundamente, sino también los recorridos de otros hacedores que lo hicieron antes que nosotros y en los cuales nos inspiramos para poder seguir. Algunos de ellos son Gabriela Hillar, Sandra Madonni, Silvina Reinaudi, Carlos Martínez, Caro Erlich, Carla Rodríguez, entre otros.
La literatura como inspiradora: Palabra redonda
Quienes fundamos Kunumí fuimos formados y estimulados por los grandes autores de la literatura infantil y juvenil. Consideramos a Graciela Montes como una de las teóricas más inteligentes, entre las más destacadas del mundo. Por eso recurrimos a ella para publicar, en su versión original, sus conferencias más sobresalientes. Dimos en llamar al libro Palabra redonda en referencia a su poema: “Había una vez una palabra redonda, entera, brillante. Adentro de la palabra estaba el mundo y en el mundo estábamos nosotros diciéndonos palabras”.
La generosidad de la autora para donar sus textos para una publicación de distribución gratuita, que contó con el apoyo del Fondo Nacional de las Artes, permitió que muchos docentes y gestores del país pudieran leer y releer sus brillantes y certeras ideas en torno a la literatura infantil y juvenil y a la cultura de las infancias. La antropóloga francesa Michèle Petit, admiradora de la escritora argentina y quien prologó nuestro primer libro, expresa en el texto de contratapa: “Los textos de Graciela darán a los lectores ánimo, herramientas para pensar y, simplemente, alegría. Porque cuando se los lee, ‘sentimos que el mundo se nos ensancha’, tomado sus palabras. Algo tan escaso y valioso, gracias, Graciela”. Nuestro primer libro está rodando.
¿Y si abrimos el diálogo con los artistas? Escuela de Espectadores Línea Infancias
La infancia es ese espacio de la vida
donde las cosas suceden de una vez y para siempre.
Cesare Pavese
En el 2023, interpeladas por lo que sucede con los diferentes públicos en cada festival, y para seguir pensándonos, creamos la Escuela de Espectadores Línea Infancias. Integrada por dos de las fundadoras del grupo Kunumí, Gricelda Rinaldi y Nora Lía Sormani, nace como extensión de la prestigiosa Escuela de Espectadores de Buenos Aires que llevan adelante desde hace veinte años Nora Lía Sormani y Jorge Dubatti.
La escuela propone jornadas dedicadas a reflexionar y debatir sobre las artes escénicas para las infancias. Una invitación a los espectadores a ser parte del hecho teatral. Una oportunidad para empoderar a los mediadores de los niños y las niñas como sujetos de derechos. Es una propuesta constructivista que busca una elaboración colectiva del objeto del diálogo, a partir del anclaje en saberes previos y una puesta en suspenso de conclusiones unívocas y últimas.
Hacemos extensivas a las artes escénicas estas palabras que Michèle Petit observa acerca de la literatura para niñas, niños y jóvenes en Nuevos acercamientos a los jóvenes y la lectura:
La literatura (las artes escénicas) puede ser un atajo privilegiado para elaborar o mantener un espacio propio, íntimo, privado, para dar sentido a las experiencias de alguien, para darle palabras a sus esperanzas y deseos. (…) Puede ser también un auxiliar decisivo para repararse y encontrar la fuerza necesaria para salir de algo; y finalmente, otro elemento fundamental, un buen libro (una buena obra teatral) es una apertura hacia el otro, puede ser el soporte para los intercambios.
Este lugar para la escucha de los artistas junto con los investigadores y gestores implica un encuentro para profundizar en los saberes que genera el “hacer”. En acuerdo con las nuevas investigaciones sobre las artes escénicas, creemos que el artista es un filósofo de su actividad y de su forma de vida, y desde ahí produce nuevos pensamientos teatrales, renovadas formas de acercarse a las primeras infancias. Llamamos “pensamiento teatral” a la producción de conocimiento que el artista y el técnico artista generan desde la creación, para la creación y sobre la creación de espectáculos de calidad para los niños pequeños. Es importante destacarlo: el pensamiento teatral compromete tanto el pensamiento sobre lo específico del trabajo y la poética teatrales como el pensamiento sobre el mundo. Se genera una mirada comprensiva afectada por la existencia en el teatro. Hacer teatro en Iberoamérica para las primeras infancias no es solo elaborar obras sino también una forma de vivir. Concordamos con las palabras de Eliot en La función de la crítica:
Pues no cabe duda de que la mayor parte de la labor de un autor al componer su obra es labor crítica; la labor de tamizar, combinar, construir, expurgar, corregir, probar; esta faena espantosa es tanto crítica como creadora. Hasta sostengo que la crítica empleada en su propio trabajo por un escritor adiestrado y experto es la crítica más vital, la de categoría más elevada.
Muchas veces es el artista el que más sabe sobre su obra en tanto es un trabajador específico (retomando la idea de Marx del arte como trabajo humano) y posee múltiples saberes sobre ese trabajo. Pero los saberes de un artista van más allá de la esfera del trabajo. De allí la importancia de valorizar ese pensamiento, de estimularlo y compartirlo entre pares. Sostenemos además que debemos abrir este espacio el último día, porque implica haber podido pensar y disfrutar previamente de los espectáculos sin intervenciones de ningún tipo, dejando macerar las experiencias de cada uno como espectadores. Todas estas reflexiones se encuadran en una concepción de teatro para las primeras infancias que respeta a los bebés, los niños y niñas, y entendido como un hecho que reniega de la subestimación de los más pequeños, considerándolos sujetos capaces de disfrutar y construir un pensamiento propio, sujetos que, desde su particular forma de estar en el mundo, van creciendo y familiarizándose con el arte.
Dar la palabra a las infancias
Otra variante de la Escuela de Espectadores Línea Infancias consiste en el diálogo con los niños y niñas. Esto se implementa la misma tarde de la función, inmediatamente después del espectáculo. La calidad de las preguntas, habilitadas en libertad e interpretadas con criterio y alta escucha por las coordinadoras, hace que el intercambio se escape del lugar común y salte hacia un rico intercambio que resulta una oportunidad para hablar de teatro y arte en general, que muchas veces culmina en un agudo dialogo sobre el misterio del arte, las distintas características de las puestas en escena, los significados más profundos de las obras y sus fundamentos filosóficos. Las miradas de los niños y las niñas multiplican los sentidos de las obras y crean comunidad entre quienes actúan y los pequeños espectadores.
Reflexión final y abierta
En estos cuatro años de existencia desde el grupo Kunumí hemos realizado dos festivales internacionales dedicados a las primeras infancias, un ciclo de escuela de espectadores con obras para analizar, una publicación, cinco escuelas de espectadores acompañando festivales en diferentes provincias del país y algo fundamental que es el hecho de haber construido redes amorosas y comprometidas para pensar y problematizar un territorio fundacional, como lo es el de las artes escénicas y las infancias.
Enlaces
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El presente artículo forma parte del especial Cultura e infancias. Un puente imaginario. coordinado por Laura Inés Gutman.
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