Ante la congestión, la solidaridad como bandera
…y cuando parecía que el partido se ponía lindo, de golpe otra vez el mundo. Estamos hechos de sueños, esos que vamos concretando día a día y aquellos que anhelamos. Venimos de una época de tristeza y con mucho estoicismo salimos adelante. Desde diciembre que venimos explorando un nuevo camino, siguiendo un liderazgo que, lejos de agarrarse de lo que recibió, planteó enseguida un proyecto colectivo para ponernos de pie, buscando una Argentina unida con la solidaridad como bandera.
Menos mal, ¿se imaginan (sin un Ministerio de Salud) a quien toma las decisiones comparando al coronavirus con el Boca pre Bianchi y culpando vaya saber uno a quién? Bueno, no hace falta tanta imaginación, basta mirar al otro lado de la frontera y escuchar al presidente de Brasil, lo cual debe alertarnos, pero no obligarnos a dejar de tenderles una mano a nuestrxs vecines. Tenemos muchos desafíos por delante, pero estamos transitándolos con una madurez inusitada.
Sin llegar a estar a la vanguardia como la Alemania de Merkel porque tenemos cuentas e índices de hambre y pobreza que no lo permiten, en nuestro país encontramos una dirigencia que aprendió que no es momento de ahondar la grieta y está tomando medidas sanitarias extremas, en unidad, de manera solidaria, y en tiempo y forma.
Como es de público conocimiento, los sectores informales de la economía son los más vulnerables ante las medidas de distanciamiento social impuestas, y el cultural es justamente un sector con una gran informalidad y niveles de precarización, basta sólo con ver como ejemplo la nota que aquí mismo publicó Cristian Palacios enumerando los problemas a los que se enfrenta en esta coyuntura el sector de las Artes Escénicas, por ese motivo es loable la pronta acción del Ministerio de Cultura Nacional que ya tomó las primeras 10 medidas:
- Puntos de Cultura: se refuerza el programa destinado a fortalecer a las organizaciones y colectivos comunitarios, ampliando su presupuesto de 17 a 50 millones de pesos.
- Fondos de Emergencia para Centros Culturales: se estima llegar a 500 espacios, con un monto de $ 60.000.
- Conabip: se aumentará la inversión en el programa Libro% para la compra de libros por parte de las Bibliotecas Populares. A lo ya anunciado de 47 millones de pesos se van a redireccionar los fondos que estaban destinados a la producción de la Feria del Libro.
- Instituto Nacional del Teatro: destinará 96 millones de pesos para salas, obras y festivales.
- Fondo Nacional de las Artes: se dinamizará el pago de Becas, Concursos, Subsidios y Préstamos por un monto de 22 millones de pesos y el lanzamiento de nuevas convocatorias por 75 millones de pesos.
- Instituto Nacional de la Música: se amplía por 30 días el plazo para las presentaciones de rendición de cuentas y compensación social para las convocatorias efectuadas en 2019.
- Orquestas Infanto Juveniles: el programa contará con 9,2 millones de pesos para la adquisición de nuevos instrumentos.
- Formar Cultura: a través de una plataforma digital se impulsará una comunidad de práctica virtual, compuesta por una importante cantidad de usuarios relacionados entre sí. Esto permitirá la elaboración conjunta de contenidos para consumo, capacitación e intercambio, que se sumarán a la producción del archivo existente.
- Campus Virtual de Educación: se dictarán cursos vinculados a la actividad cultural con seguimiento y evaluación de especialistas centrados en los siguientes ejes temáticos: Gestión Cultural Pública, Museos y Patrimonio, Industrias Culturales y el uso de tecnologías.
- Cultura en Casa: se contratará a cerca de 500 artistas por un total de 7,2 millones de pesos, para que tengan presencia desde sus casas durante la cuarentena.
Por otro lado, la foto de Bauer, Costa y Avogadro es un signo en el sentido de madurez, las medidas tomadas por nación son importantes, pero son insuficientes ante tamaño problema y deberán ser complementadas por medidas de los gobiernos provinciales y municipales, sabiendo que hay prioridades, y que el sector cultural también es económico, esperamos lo mejor de ellos, estamos para colaborar, y también estamos para ser solidaries entre nosotres. Si algo aprendimos en estos últimos años de la revolución feminista es su sororidad, y algo parecido tendremos que pensar quienes trabajamos en el campo de la Gestión Cultural.
Tenemos que pedirle al Estado, sí, tenemos que pedirle que se ocupe, tenemos que exigírselo firmemente y si no nos escuchan, golpear la mesa, o en tiempos de cuarentena buscar la organización por redes sociales. Pero también son tiempos donde debemos explotar al máximo nuestra creatividad y ser solidaries con quienes tenemos al lado: no va a ser fácil, pero sabemos que no todos tenemos las mismas comodidades, o quizás sí, pero las sobrellevamos sobre distintas estructuras y quizás algunas son más endebles.
Unides, solidaries y organizades, hoy más que nunca la salida es colectiva, a ponerle pila a todo lo que se viene en línea, a ayudarnos, a compartirnos, miren que competimos con Netflix y las grandes corporaciones que nos quieren vender sus narrativas, pero sabemos que podemos, ante todo: defendamos nuestra cultura.
La foto de portada es de Mauro Rico.
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