Cultura, ambiente, desarrollo sostenible y cambio climático
Frente a todos los conflictos civilizatorios que enfrentamos, la emergencia climática se erige entre las más urgentes, demandando esfuerzos colectivos a escala global. Desde hace varias décadas, científicos de diversas disciplinas vienen monitoreando, investigando y denunciando los procesos de contaminación y uso indiscriminado de nuestros recursos naturales y cómo estos afectan nuestro mundo. Es de tal magnitud el efecto de nuestras acciones que algunos autores han comenzado a hablar de antropoceno como forma de referir a una nueva época geológica caracterizada por el impacto del hombre en ella.
En ese sentido, la relación entre la sociedad y el ambiente ha estado marcada por un consumismo desenfrenado, un alto grado de impacto ambiental a través de la globalización y un antropocentrismo exacerbado. A pesar de un creciente interés en la sostenibilidad, persiste una desconexión significativa con la naturaleza, ampliada por un modelo económico basado en el crecimiento constante y por la falta de consideración intergeneracional, que ha llevado a decisiones que prioriza beneficios inmediatos sin tener en cuenta las consecuencias a largo plazo.
Por eso la urgencia de asumir estos desafíos es inminente.
En este contexto, desde la Revista Gestión Cultural y Trànsit Projectes, creemos que la búsqueda de opciones frente a la crisis tiene que basarse en algunas certezas: no tenemos un planeta alternativo y por ende no podemos sostener nuestras formas de consumo y su consecuente depredación del ambiente. También, aunque no sin un poco de fe, deberíamos creer que somos capaces de reparar el planeta y que podemos transicionar a nuevos sistemas que permitan un futuro para nuestra casa común. Es por eso que pensamos que el papel del sector cultural y artístico, y de los factores culturales de forma más general, no puede, ni debe, ser subestimado en este debate. La cultura, en tanto que incide en valores y en comportamientos, ayuda a dibujar horizontes y permite poner en valor conocimientos tradicionales, puede ser un motor para la construcción de una conciencia ambiental colectiva, ayudando a construir nuevas matrices y desarrollar cambios profundos en nuestras conductas.
En este marco, nos enfrentamos a preguntas claves. ¿Cómo las políticas culturales promueven la sostenibilidad? ¿Cómo la emergencia climática afecta la producción cultural y modela actitudes hacia el medioambiente? ¿Pueden estas políticas impulsar la creatividad para abordar la sostenibilidad? La colaboración interdisciplinaria entre sectores culturales, científicos y gubernamentales se vuelve crucial. ¿Cuáles son los desafíos y oportunidades de integrar preocupaciones ambientales en la cultura? Las instituciones culturales, ¿cómo pueden asumir una mayor responsabilidad ambiental ética? ¿Cómo las políticas culturales movilizan la participación ciudadana y utilizan expresiones artísticas para fomentar la sustentabilidad? ¿Pueden los conocimientos ancestrales ayudarnos a salir del atolladero? ¿Qué son la justicia climática y las estrategias regenerativas?
Un involucramiento activo de los diversos actores del sector cultural puede llegar a ser un factor decisivo en la construcción de las nuevas subjetividades que nos permitan avanzar en soluciones sostenibles. Estos desafíos requieren enfoques más holísticos, centrados en la regeneración, la equidad y la armonía con la naturaleza, para construir una relación más sostenible entre las sociedades y sus entornos. Repensar las relaciones del ser humano y su entorno desde el sector cultural es central, tanto por aquellas prácticas propias que pueden aportar y modificarse en términos de sostenibilidad, como por todo lo que pueden aportar como agentes vectores de comunicación, concienciación y transmisión de prácticas y valores.
Estos objetivos son los que busca el especial de Cultura, ambiente, desarrollo sostenible y cambio climático, con un ecléctico conjunto de voces que se unen para explorar estos cruces. Se despliegan perspectivas desde 12 países, donde 27 especialistas abordan, problematizan y nos interpelan sobre cómo abordar estos ejes.
Hacemos un agradecimiento especial a la artista Anaïs Tondeur. El especial de la revista está ilustrado a partir de sus rayogramas, que forman parte de un extraordinario herbario creado a partir de la catástrofe nuclear de Chernóbil. Las imágenes se suceden buscando captar el trauma sufrido por los vegetales al haber sido sometidos a una fuerte radiación y documentan la resiliencia de las semillas que han crecido en la “zona de exclusión”. Las imágenes fueron publicadas originalmente en el libro Chernóbil Herbarium, obra de Michael Marder y Anaïs Tondeur (Ned Ediciones, 2021).
A través de estas contribuciones esperamos abrir un diálogo enriquecedor que aporte a tejer alianzas entre la cultura y el ambiente, creando un tapiz que invite a la reflexión, la acción y la transformación.
COORDINACIÓN DE ESTE NÚMERO
Jordi Bàlta, Àngel Mestres y Nicolás Sticotti
AUTORES QUE PARTICIPAN
Kiley Arroyo, María Virginia Ávila, Leonardo Boff, Pablo Díaz Meeks, Brenda Ferro, Mauricio Galeano, Marie Le Sourd, Fabiola Leiva Cañete, Federico López, Mariano Martino, Richard Maxwell, María Laura Mendoza, Toby Miller, Yasmine Ostendorf-Rodríguez, Diana Páez, Mario Rómulo Pareja, Graciela Pierangeli, Ingrid Quiroga, Néstor Rodrigo Roncio, Izaskun Azcona Saldías, Laia Sanahuja, Paula Serafini, Jaime Silva Díaz, Anaïs Tondeur, Javier Fernández Valdivielso, Aina Vega, Ricardo Villanueva Valverde y Nicolás Wainszelbaum.
Cultura, ambiente, desarrollo sostenible y cambio climático
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RGC siempre es un abanico abierto para la discusión, la crítica y el aporte para la gestión cultural latinoamericana. Agradecidos por compartir estas propuestas, acá en Ecuador, en el Centro Cultural Huasipungo los admiramos y respetamos muchísimo. Nos han hecho crecer muchas veces.